La lección de las monedas de Rockefeller: El poder de observar el crecimiento

La lección de las monedas de Rockefeller

Cuando John D. Rockefeller era niño, su padre, un hombre astuto y poco convencional, le enseñó una lección que marcó su vida financiera. Un día, le dio a John unas pocas monedas y le dijo:

“Este dinero no es para gastarlo, es para observar cómo crece”.

Rockefeller tomó este consejo al pie de la letra. En lugar de gastarlo, invirtió esas pequeñas cantidades y empezó a registrar cada centavo que ganaba, gastaba o ahorraba en un pequeño cuaderno. Este hábito lo acompañó toda su vida. Más tarde, Rockefeller se convertiría en el hombre más rico de su época, gracias a su capacidad para manejar el dinero con disciplina y estrategia.

Moraleja: La riqueza no se construye por casualidad, sino con disciplina, paciencia y una gestión cuidadosa. Cada pequeño esfuerzo puede generar grandes resultados a largo plazo.

Nunca subestimes el poder del ahorro y la inversión, por pequeñas que parezcan al principio.